CAOS Y DESOLACION

Recién abierta una nueva página web, en la que destaco mi faceta literaria, no puedo evitar el regresar al pensamiento enfermero, aunque ya no hablo simplemente como profesional de la salud y de la gestión de lo público, simplemente como ciudadano.

Ciudadano que entra en pánico al pensar que puedo precisar servicios sanitarios en Castilla y León y concretamente en León, la ciudad en la que resido.

No es protestar por protestar, no es ignorar que vivimos en una crisis sanitaria permanente, onda tras onda pandémica.

Ya se que por la nefasta gestión de nuestros políticos y gestores no tenemos personal sanitario, en especial médicos y enfermeras para atender los problemas de salud “habituales”, dado que solo existen recursos para abordar el covid.

Lo cual produce vértigo al pensar que la mayoría de los ciudadanos tenemos problemas de salud “habituales”.

¿Qué es, qué será de nosotros? Con un sistema de salud desintegrado, incapaz de dar respuesta, y en los ratos que la da, como el Guadiana, olvídense de la calidad, la seguridad del paciente, la humanización…

Señora Consejera de Sanidad, señor Gerente Regional, apreciado Director Gerente del Hospital de León, y estimado compañero de pupitre, Gerente de Atención Primaria de León, mis palabras podrían parecer simplemente eso, palabras, palabras que se las lleva el viento, fruto de la imaginación.

Sin embargo, hay hechos que ustedes producen con sus decisiones, o la falta de las mismas, hechos que logran que la prensa no publique, hechos que prefieren dejar debajo de la alfombra.

Por ejemplo, supongo que les parecerá normal que cesada la Directora de Enfermería del hospital más grande de la Comunidad Autónoma, el hospital de León, en pleno ascenso de la quinta onda pandémica, donde en menos de un mes hemos pasado de diez pacientes ingresados por covid a más de cien, el Gerente del Hospital y la Consejería de Sanidad no realicen nombramiento de un nuevo equipo de Dirección de Enfermería. Y como no les debe parecer importante, el gerente se va de vacaciones, con lo que, repito, el hospital más grande de la Comunidad, en plena quinta onda pandémica, no va a tener Dirección de Enfermería al menos en dos meses…

La dirección de enfermería del hospital de León tendrá al menos unos dos mil quinientos trabajadores a su cargo entre enfermeras, auxiliares de enfermería, técnicos especialistas, matronas y otros profesionales.

Quizás nuestros ilustres gobernantes nos están intentando decir que los hospitales no necesitan direcciones de enfermería, aunque desde luego, lo que han demostrado en estos dos últimos años es que, si su objetivo era desmantelar el modelo de salud, lo han hecho muy bien, si el objetivo era otro, han fracasado.

Miren, la ausencia de la Dirección de Enfermería, y la inquietud del resto del equipo de dicha dirección, que está en espera de subir al cadalso, cuando llegue una nueva dirección, si es que llega, no sería tan preocupante en otras circunstancias, pero tras el paso de una Directora de Enfermería, la cesada tras un año deplorable, que es elegida para el puesto, no por su formación en gestión y su experiencia, NINGUNA, sino por una decisión política y de agradecimiento por los servicios prestados en turbias circunstancias.

Querido señor Gerente, ¿en que pensaba al dar la Dirección de Enfermería de un hospital de más de mil camas a una sindicalista sin ninguna experiencia previa?

A decir verdad, lleva un gran carrerón, en dos años habrán pasado tres equipos de dirección de enfermería por el Hospital de León. Supongo que le parecerá normal, al resto de los mortales ya le aseguro que NO.

Y ese año de gestión ha sido nefasto, ha desmantelado literalmente la estructura de gestión y gobierno de la división de enfermería del Hospital ha renovado casi la total plantilla de supervisores, tanto de área, como de unidad y servicio asistencial, y a los que no ha echado, se han ido por no aguantar tanta incompetencia.

Sonrío cuando ustedes pensarán que una renovación de directivos puede no solo ser buena, sino muy necesaria. Y sonrío porque tienen razón. Yo mismo he defendido y defiendo la necesaria renovación de gestores. Pero claro, la gracia es que, si todo el equipo de enfermeras asistenciales que ascendemos a gestoras no han oído hablar de gestión nada más que en los libros, no tienen ninguna experiencia y formación y además no se la ofrecemos tras el nombramiento, cuando debería ser obligatoria para ejercer ese puesto gestor, supervisora, subdirectora, etc. nos encontramos que los profesionales asistenciales “de a pie”, enfermeras, auxiliares, técnicos, dejan de ser coordinados, organizados, gestionados por profesionales que saben de eso, sino por compañeras sin habilidades, ni capacidades en gestión.

El RESULTADO además de doloroso para el profesional que se ve obligado a trabajar en medio del caos, siempre afecta y perjudica al mismo: AL PACIENTE, al ciudadano de León que precisa asistencia sanitaria.

Y esto no se trata de política, el Psoe prácticamente no ha gobernado nunca en esta Comunidad Autónoma, por algo será, de Ciudadanos es preferible no hablar, El PP personalmente me ha defraudado en la Región, aunque Mañueco dirá que la Sanidad es cosa de Ciudadanos, mientras la casa sin barrer.

Esto es solo la punta del iceberg, no se pongan malos, por favor.

Caos y desolación.

Esperemos que no tenga razón aquel que decía “vamos a morir todos entre amargos sufrimientos”.

No se cuando el Hospital de León tendrá una nueva Dirección de Enfermería, esperemos que el señor Gerente no repita el experimento y vuelva a endosarnos una sindicalista sin formación ni experiencia en gestión, con una por legislatura nos basta y sobra.

Porque para cambiar de Consejera y Gerentes aún nos queda legislatura. Esperemos que algún día no lejano una enfermera sea la Consejera de Sanidad, que digo, sea la Presidenta de esta Comunidad Autónoma, entonces la salud y el bienestar de las personas será la verdadera prioridad. Hasta entonces… ajo y agua.

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